El desafortunado evento de enfermar en vacaciones
Enfermarse en vacaciones es algo horrible. Este tiempo, que debería estar destinado a descansar, que planeaste con meses de anticipación para recargar energías y desconectarte del trabajo, puede convertirse en un recordatorio de cómo hemos descuidado nuestra salud durante períodos de alta demanda. Aunque hay muchas razones por las que te puedes enfermar en tus días libres, quiero compartirte una teoría que he construido a partir de la observación y una experiencia cercana. Para explicarla mejor, comenzaré con una historia real de alguien muy cercano a mi círculo.
Imagina a una mujer, esposa y madre de tres hijos, que al mismo tiempo también es hermana e hija. Ella toma el liderazgo en la familia y las decisiones ejecutivas. Su madre, viuda y abuela de muchos nietos, sufre un derrame cerebral. Ante esta situación, la mujer que mencioné al principio decide traerla a su casa para cuidarla. No solo sigue siendo la cuidadora primaria de su núcleo familiar, sino que ahora también se convierte en la cuidadora de un ecosistema entero.
Tras años de constantes cuidados, la familia se despide de la abuela. La mujer, después de todo este tiempo, concluye una responsabilidad que ella asumió con todo el consentimiento y libertad de su ser. Sin embargo, meses después comienza a experimentar dolores insoportables, que rebasan lo que conocemos como "el umbral del dolor". Desde mi punto de vista personal, el concepto del umbral del dolor es una deuda histórica de la medicina con la salud de la mujer, pero volviendo al tema, nuestra protagonista resulta diagnosticada con fibromialgia. Esta es una enfermedad del sistema nervioso central que causa dolor generalizado, entre otros serios síntomas, y que, lamentablemente, no tiene cura.
Mi pregunta es: ¿por qué, cuando la mujer concluye una responsabilidad tan grande, su cuerpo cae enfermo en un tiempo que debería ser de descanso? Me parece sumamente lamentable e injusto, pues la vida de esta protagonista cambió en absolutamente todo sentido.
Hay quienes dicen que cuando el cuerpo se encuentra constantemente en alerta, con altos niveles de estrés y adrenalina, otros aspectos del ser son descuidados o afectados. Esto sucede porque el enfoque se centra exclusivamente en una responsabilidad que el sistema considera prioritaria para la supervivencia. Y aquí entra en juego una realidad que no siempre queremos admitir: las altas demandas de estrés sostenido pueden pasar factura.
Estudios de la Clínica Mayo confirman que el estrés crónico puede derivar en problemas graves de salud, incluyendo ansiedad, depresión, problemas digestivos, dolores de cabeza, tensión muscular y enfermedades cardíacas. Cuando el cuerpo está en constante alerta, se producen niveles elevados de cortisol y adrenalina que, si bien son esenciales para responder a emergencias, pueden afectar seriamente la salud cuando se mantienen altos durante largos períodos.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) indica que la fibromialgia es un trastorno crónico que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, así como fatiga y dificultad para dormir. Estos síntomas están profundamente vinculados al impacto del estrés crónico en el sistema nervioso.
Cuando vivimos en alerta constante, tendemos a descuidar actividades esenciales como por ejemplo, dormir. Dormir no es solo un acto fisiológico; es una necesidad básica para que el cuerpo y la mente se reparen. Sin este descanso, los efectos del estrés se acumulan como una bola de nieve, aumentando el riesgo de accidentes como quedarse dormido al volante o desarrollar enfermedades crónicas.
En el ámbito laboral, la cultura de la hiperproductividad también tiene un papel importante. Nos lleva a ignorar las señales de agotamiento hasta que el cuerpo ya no puede más. Enfermarse en vacaciones o tras un período de alta demanda no es casualidad: es una respuesta del cuerpo que, tras haberse mantenido al “pie del cañón” por puro instinto de supervivencia, finalmente cede.
Con esto en mente, me voy a permitir cerrar con una reflexión que siempre incluyo en las dedicatorias que me piden para mi libro: espero que estas palabras te ayuden a no perder de vista las cosas importantes de la vida. Porque aún en medio de nuestras responsabilidades y compromisos, debemos recordar que nuestra salud y bienestar también son una prioridad.
Referencias:
El estrés crónico pone tu salud en riesgo. (n.d.). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress/art-20046037
Branch, N. S. C. a. O. (2024, July 29). Información de salud del NIAMS sobre la fibromialgia. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases. https://www.niams.nih.gov/es/informacion-de-salud/fibromialgia