Nunca dejes de escribir: Lecciones de la FIL Guadalajara
El fin de semana pasado asistí con mucha emoción a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde, junto con autores regiomontanos, presenté mi libro "Nunca des el 100, me dijo mi hermana", un ensayo filosófico sobre cómo te invito a administrar tus energías, enfrentar retos y sobrellevar errores.
La experiencia de estar en un evento como la FIL de Guadalajara la resumo en dos etapas. Al principio me sentí abrumada por su inmensidad. Editoriales y personas de todas las edades cubrían cada espacio en el recinto. Después de dar unas cuantas vueltas, analizar el mapa unas cinco veces y preguntar en el kiosco de información, llegué a la segunda etapa: adaptación.
Uno de los muchos detalles que noté fue que la Feria premia a los mejores stands o puestos, y el tercer lugar se lo otorgaron al puesto que representaba al estado de Colima. Este no solo se destacaba por su estructura de madera y sus colores en tonos verdes, sino también era un espacio inclusivo, pues contaba con líneas de guía táctiles que buscan mejorar la accesibilidad para personas con discapacidades visuales o movilidad reducida. Las líneas táctiles suelen tener una textura específica que permite a las personas seguir un camino designado de manera táctil y segura.
El stand de Colima con este diseño hizo una declaración contundente: los libros son una ventana al mundo para todas las personas.
Después de la charla de escritores regiomontanos, organizada por una persona que no solo admiro sino también es un gran amigo y talentoso autor, Rafael Mier de Crucigrama , regresamos todos al área de exposición. Posteriormente, después de haberlo pensado mucho, me acerqué a una editorial que todos sus libros tenían títulos provocativos. Le pregunté al encargado: "¿Cómo es el proceso de recepción de manuscritos?" El joven suspiró, me dio una tarjeta de presentación y la siguiente interacción sucedió:
"Yo recibo el libro, pero no te prometo que lo reciban ni que lo lean", me explicó. "Es muy difícil que lo lean, pero a lo mejor te recomiendo con una agente literaria. ¿De qué trata tu libro?"
Querida persona que me está leyendo en estos momentos, te tengo que confesar que me acobardé un poco. Pudiendo haber dicho que era sobre desarrollo humano, dije algo como sugerencias estratégicas para sobrellevar el #burnout.
Y contesté esto porque me parece que hay un sesgo allá afuera sobre los libros de desarrollo humano o autoayuda.
"Yo llevo muchos años en esto, y lo he intentado varias veces", me siguió platicando el encargado. "Pero tú no dejes de escribir". Yo asentía con la cabeza porque estaba muy presente en nuestra conversación. "Es un mundo muy difícil, pero tú no dejes de escribir", me decía el chico. "Yo tengo un trabajo de día y tú no vayas a dejar el tuyo, pero no dejes de escribir", me seguía insistiendo.
Y así duró la conversación unos cinco minutos más, como una montaña rusa con muchas partes altas y caídas libres. El chico muy realista me dejó muy en claro que el mundo de la escritura es muy difícil, pero no quitaba el dedo del renglón al decirme que no dejara de escribir.
Toda la interacción me pareció muy satisfactoria e incluso muy relacionable. Constantemente trato de decirles a mis alumnos que el trabajo ideal sí existe para nosotros los creativos, solo que no hay que dejar de insistir.
Y la prueba de esto soy yo misma.
No estoy muy informada de cómo sucede en otras profesiones, pero sí puedo afirmar que el mundo de la industria creativa es muy retador en aspectos de condiciones laborales y salarios. Hay muchos corazones rotos allá afuera o personas que simplemente no ejercen la profesión que estudiaron. Así se dan las cosas a veces. Sin embargo, hay ciertas recompensas en el tema de persistir. En su artículo del HBR titulado "Rendirse es el Enemigo de la Creatividad", escrito por Brian J. Lucas y Loran Nordgren, se menciona lo siguiente:
"Es importante valorar la persistencia porque nuestras creencias regulan poderosamente nuestro comportamiento. Si no reconoces que la persistencia es valiosa para la creatividad, es menos probable que perseveres cuando te enfrentes a tus propios desafíos creativos."
Si bien la persistencia regula nuestro comportamiento, es a través de ella que yo y seguramente mi amigo del stand, que hemos creativos que convivimos con el pesimismo de la realidad que es vivir en una sociedad que “cree” que es fácil hacer logotipos, experimentamos la dualidad de enfrentar cada reto con esperanza.
Es posible tener esperanza siendo pesimista.
Es posible que alguien reconozca la posibilidad de resultados negativos mientras aún mantiene la esperanza de un cambio o mejora positiva. Mantener la esperanza puede ser una fuente de motivación y resistencia, incluso frente a perspectivas pesimistas.
Dane Jensen, en otro artículo titulado "Manteniendo la Esperanza en Tiempos Inciertos", menciona lo siguiente:
"Es importante cultivar la capacidad de hacer las paces con el hecho de que no podemos controlar ni prever el futuro, a pesar de nuestra vívida imaginación y nuestros planes mejor elaborados. Cuando las cosas no van según el plan, cultiva la habilidad de ver la adversidad como un punto de inflexión en lugar de una razón para abandonar la esperanza."
Finalmente, voy a seguir escribiendo porque, sin estar muy segura de la respuesta de los receptores, para mí es una actividad que combate la ansiedad, organiza mis pensamientos y me ayuda a vivir dos veces. Porque si bien no estoy muy segura del destino, al menos la travesía me puede llevar a otros caminos, convertirse en un punto de inflexión hacia otra dirección o simplemente me puede ayudar a alcanzar esa meta ambigua que me puse.
Referencias:
Lucas, B. J. (2016, April 15). Giving up is the enemy of creativity. Harvard Business Review. https://hbr.org/2015/12/giving-up-is-the-enemy-of-creativity
Jensen, D. (2022, March 15). Sustaining hope in uncertain times. Harvard Business Review. https://hbr.org/2022/03/sustaining-hope-in-uncertain-times