Estoy #GirlBossing muy cerca del sol
Últimamente me ha salido en varias publicaciones de Instagram la siguiente transcripción de un audio:
"Accidentalmente fui una #girlboss de forma demasiado ambiciosa, y ahora tengo un trabajo real con responsabilidades reales, y la gente me sigue enviando correos electrónicos y haciéndome preguntas que no sé cómo responder, y estoy realmente estresada, y ya no quiero ser una #girlboss"
La expresión "girl bossed" no tiene una traducción literal al español, pero se podría entender como alguien que se comporta de manera muy ambiciosa o dominante en su trabajo o en una situación determinada.
Y pues no puedo evitar encontrar un paralelo con mi vida, porque empecé mi segunda maestría en la cual me parece que sin darme cuenta me puse una vara muy alta y estoy dolorosamente consciente de que si obtengo cualquier calificación por debajo de las que he obtenido, me voy a agüitar "machín".
Al menos a diferencia de la Mónica de hace 5 años, actualmente estar consciente de esas "banderas rojas" que potencialmente me pueden causar estrés, hacen la situación mucho más llevadera a lo que vivía antes.
Mi sobrino de 10 años bien lo dijo:
"Un 9 sigue siendo igual de bueno"
Y pues me quedo callada.
Porque precisamente "Nunca des el 100" se trata de la suficiencia y estabilidad. No necesitas dar el 100 en todo lo que hagas, no porque no quiero que destaques, sino porque quiero que decidas dónde destacar y no te desgastes en el camino.
En el artículo del HBR "Para obtener resultados, los líderes impulsan y jalan a sus equipos" Joseph Folkman sugiere que los mejores managers son aquellos que pueden equilibrar la presión y la motivación para alcanzar los resultados deseados en su equipo.
Algo así como la leyenda cherokee de los dos lobos que están en batalla contaste en nuestro interior. Lo que representa un conflicto entre nuestro lado más oscuro (el lobo negro) con esa parte más luminosa y noble (el lobo blanco).
En esta situación, personalmente yo veo al lobo negro como la presión y al lobo blanco como la motivación.
Joseph Folkman dice que los líderes deben saber cuándo y cómo aplicar cada una de estas fuerzas para crear un ambiente de trabajo saludable y productivo. La autoridad excesiva puede generar resistencia y resentimiento en el equipo, mientras que la falta de dirección puede llevar a la apatía y la falta de rendimiento. Los líderes efectivos saben cuándo deben utilizar un enfoque más exigente y cuándo deben motivar y respaldar a su equipo para lograr el éxito. Finalmente, el equilibrio adecuado entre estas dos fuerzas puede ser la clave para la creación de equipos de alto rendimiento.
Y puede ser una herramienta personal para identificar de manera individual dónde presionarnos y en qué parte motivarnos.
No puedo evitar confesar que mi ego entra en la ecuación y cuando me siento insegura o tengo dudas sobre mí, es muy fácil que mi ego se haga cargo de mis pensamientos y acciones. En otras palabras, en lugar de enfrentar mis inseguridades y trabajar en ellas, puede que me comporte de una manera que proteja mi ego y me haga sentir mejor conmigo misma, aunque eso no sea necesariamente lo mejor para mí o para los demás.
Finalmente, aunque personalmente también siento la presión de mantener una beca, mi mayor motivación para aprender es el beneficio que esto traerá a mis proyectos personales. Es importante centrarnos para evitar que el ego y la presión dicten la narrativa de nuestras emociones.
Al final del día, lo que importa es tu crecimiento y desarrollo, no solo las calificaciones que puedas obtener.
Referencias:
Folkman, J. (2022, September 23). To Get Results, the Best Leaders Both Push and Pull Their Teams. Harvard Business Review. https://hbr.org/2022/05/to-get-results-the-best-leaders-both-push-and-pull-their-teams
