¿Cómo hablar de innovación y bienestar?
Hace unas semanas tuve la oportunidad de impartir mi charla "Nunca des el 100, alcanzando la perfección de manera imperfecta" en el foro de #CemexTalks.
Si bien, todo salió mejor de lo que esperaba, el camino para llegar ahí fue todo un reto. La finalidad de las #CemexTalks es principalmente promover la innovación entre los colaboradores y, yo al menos, dudaba que mi tema se alineara con ese objetivo. Mi pregunta constante era:
¿Cómo puedo alinear un tema como la innovación con asuntos tan humanos de los que hablo, como lo son el bienestar, la compasión, la resiliencia, el temor al fracaso y las altas expectativas personales autoimpuestas y que son inalcanzables?
La palabra "innovación" me mortificó mucho al principio, porque mis temas no son nada nuevos ni de vanguardia, pero Luis Miguel Lopez, quien me guió en la logística del evento, me dijo que siguiera mi curso habitual. Luis alcanzaba a ver el valor de mi charla, y yo confié en su propósito y dejé a un lado mis inseguridades.
Porque a veces, para empezar a hacer ciertas actividades, al menos yo tengo que hacerlas primero creyendo en la fe de los demás hasta llegar al punto en el que yo lo empiece a hacer por mi propia fe en mí.
Para poder dar mi charla, tuve que regresar a lo fundamental. Si no tenemos bienestar, no podemos brindar bienestar y hasta el momento, creo que esto aplica a todo, incluso en el momento en el que se quiere iniciar un proyecto de innovación.
Tomando como punto de partida mi tema sobre la prevención de nuestra salud mental y la gestión del "burnout", empecé con una reflexión que cité del psicólogo Adam Grant:
"Las grandes decisiones profesionales no vienen con un mapa, no obstante, lo único que necesitas realmente es una brújula. El siguiente movimiento correcto es aquel que te acerque a vivir tus valores fundamentales. En un mundo impredecible, no puedes hacer un plan maestro. Solo puedes evaluar si estás en un camino significativo."
Le pedí a la audiencia que tomara mi historia como parte de ese equipaje para navegar su siguiente proyecto y que incluso este testimonio les ayudará a construir la siguiente cultura de innovación en su trabajo.
Esa siguiente cultura de innovación será muy diferente a las que conocemos o de las que hemos escuchado en historias de Silicon Valley, que por lo general se les conoce como espacios divertidos, donde solo necesitas una buena idea y se celebra el fracaso y el ajetreo. Sin embargo, poco se dice de lo difícil que es crear y mantener estas culturas.
La siguiente cultura de innovación será paradójica, como lo dice Gary P. Pisano en su artículo para el HBR titulado: "La dura verdad sobre las culturas innovadoras" en cuatro partes muy puntuales:
Si queremos tener tolerancia al fracaso, debemos entender que se requiere intolerancia a la incompetencia.
Si queremos experimentar procesos, debemos tener disciplina y documentar los pasos.
Si queremos recibir una retroalimentación valiosa, debemos practicar y esforzarnos por una crítica constructiva y no escudarnos usando la honestidad sin asertividad.
Si buscamos la colaboración, hay que equilibrar la responsabilidad individual.
A diferencia de otras iniciativas allá afuera que celebran el fracaso, lo que propone Pisano es celebrar el aprendizaje obtenido del fracaso y apoyando este concepto, desde mi punto de vista y tomando como referencia mi propia historia, de nada sirve cometer errores si no se da un crecimiento después de este, si no da un cambio en tu persona (pequeño o grande) y en tu manera de hacer las cosas. Yo cometí un error que me dolió, pero me volvió metódica y colaborativa; este mismo error es mi brújula actual que me ayuda a navegar en la incertidumbre y me acerca cada vez más a la persona en la que me quiero convertir.
Una de las cosas que mencioné es que puede suceder que las personas se hiperenfoquen en solo un error o en solo ese detalle que no salió como esperaban y se les olvida hacer una contabilidad de todo el camino, todo el aprendizaje, todas las acciones que los llevaron hasta este punto. Si hiciéramos eso más seguido, daríamos menos espacio al síndrome del impostor.
Finalmente, la charla se logró, con miedo pero se logró, y en el camino hasta yo aprendí que mi mantra de "Nunca des el 100" tiene cabida en la innovación, como punto de partida en preparación para ese viaje que estés a punto de emprender.
Referencias:
Pisano, G. P. (2020, June 6). Innovation isn’t all fun and games — creativity needs discipline. Harvard Business Review. https://hbr.org/2019/01/the-hard-truth-about-innovative-cultures?language=es
Bodell, L. (2020, February 25). Get A Killer Innovation Strategy In Just 3 Steps. Forbes. https://www.forbes.com/sites/lisabodell/2020/02/25/futurethink-innovation-strategy-in-just-3-steps/?sh=1df370f01470
