El progreso no es lineal - Malala Yousafzai

El 30 de noviembre pasado, tuve la fortuna de asistir a la primera Cumbre Internacional para el Desarrollo y los Derechos Humanos, organizada por la dependencia de Igualdad e Inclusión del Gobierno del Estado de Nuevo León.

Pude asistir gracias a que gané un par de boletos en una dinámica en redes sociales. Sin embargo, el día del evento estuve a punto de no ir debido a actividades laborales estresantes y frustrantes que experimenté. En un momento de desesperación, pensé: "Nunca ganas una rifa, y tal vez te ganaste esta entrada porque el universo sugiere que necesitas escuchar alguna de estas conferencias".

Terminé lo necesario y me dirigí al lugar del evento con la espalda y quijada contracturadas por el estrés del día. Afortunadamente, llegué justo a tiempo para disfrutar por completo la charla de la ganadora del Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai.

Malala, con 26 años, sigue luchando valientemente por la educación de las niñas y los derechos humanos, especialmente en Pakistán. Escucharla ha sido uno de los momentos más conmovedores de mi vida.

En un mundo dominado por el cinismo y la superficialidad, escuchar la auténtica y emergente voz de Malala promete una nueva mirada revitalizante hacia la vida.

Quizás esté cansada porque el año está llegando a su fin, y por eso ando vibrando más bajo de lo normal. Sin embargo, escuchar a Malala decir: “La educación es un derecho humano” me hace reflexionar sobre la importancia y responsabilidad de todos los que generamos contenidos. Educamos con la mejor intención de informar, con calidad moral, y buscamos hacer reflexionar a quienes nos consumen.

Un punto que comparto de la charla de Malala es el siguiente:

• El progreso no es lineal. Esta es la segunda vez que escucho esta frase, pero dirigida a los emprendedores. Malala enfatizó que todo lo que ha logrado en su fundación ha sido posible gracias a la colaboración y los esfuerzos colectivos para alcanzar metas comunes.

Como se dice en inglés, "Teamwork makes the dream work". Aunque me parece algo sobreutilizada, si nos remontamos unos cuantos años atrás, a quien comúnmente se le atribuye los beneficios del trabajo en equipo es al destacado poeta romano del siglo I a.C. y autor latino, Virgilio, quien dijo:

"Concordia res parvae crescunt".

Que significa:

“En la concordia, las cosas pequeñas crecen”.

Solo a través de pequeños y consistentes pasos, podemos cultivar y alcanzar a ver los frutos de esos sueños que normalmente mueven al corazón.

En su entrevista, Malala también invitó a la audiencia joven diciendo:

“Ustedes son el futuro, pero también son el presente”.

Con esta frase, Malala incita a que no tienes que esperar a tener cierta edad para hacer activismo. No tienes que pensar: “Cuando sea grande”. Si te encuentras ante una injusticia o desigualdad, tienes la libertad de alzar la voz y ser la punta de la lanza del cambio.

No sé cómo se vea mi futuro, pero sí cómo luce mi presente. Hoy me percibo como una activista sigilosa, una ninja, una agente tras bambalinas que siembra ideas sobre lo que puede ser un espacio laboral seguro para la mente y que resulte en una calidad de vida estable.

¿Cómo te percibes tú?

Finalmente, en este viaje, la empatía desempeña un papel crucial. Es vital que el privilegio no nuble nuestra empatía, sino que, al contrario, nos impulse a informarnos y comprender contextos, generando un exceso de empatía que puede conducir a un cambio integral y trascendental.

Así, inspirados por Malala, podemos abrazar el privilegio como una herramienta para la transformación, cultivando una conciencia colectiva que nos guíe hacia un mundo más justo y equitativo.