El regalo del Fracaso
La inspiración de este artículo, ensayo, bonito pensamiento, surgió mientras veía uno de mis "reality show's" favoritos en el cual mencionaron una frase y concepto que me dejó helada:
"El regalo del fracaso"
Bueno, no me dejó helada porque hace mucho calor por acá, pero sí me causó mucha impresión.
"Me gusta pensar que todos los éxitos en mi vida, son realmente los frutos de mis fracasos. Es a través de estos desafíos y errores como aprendemos a convertirnos en las personas que estamos destinadas a ser"
Dejar de creer que todo lo tengo que hacer bien en el primer intento y que no debo cometer errores, ha sido el comportamiento que más me ha costado adoptar en mi vida diaria, porque mi sistema operativo no está cableado para trabajar así, en algún momento en mi historia de vida adopté una creencia irracional que me decía constantemente que lo peor que podía hacer en cualquier situación, era equivocarme.
Albert Ellis, conocido como uno de los psicoterapeutas más prominentes de la psicología, estableció las bases para la investigación, identificación y tratamiento de esas ideas limitantes y radicales que nos impiden experimentar una vida estable creando la terapia racional emotiva conductual conocida también como TREC.
Ellis, pudo distinguir 11 creencias o enunciados irracionales que afectan nuestros sentimientos, los cuales voy a enlistar unos cuantos a su expresión más simple:
Debemos agradarles a todas las personas y ser aprobados por ellas.
Debo lograr cualquier cosa o meta para ser considerada una persona capaz y valiosa.
Pensar que las personas deben ser castigadas duramente por sus errores, aplica a los demás y a una misma.
La búsqueda de la perfección es una creencia limitante extremista, y si hay algo sabemos de los extremos, es que son malos.
Incluso se podría percibir que el perfeccionismo está asociado con una serie de trastornos de salud mental, desde la depresión y el "burnout" o desgaste laboral hasta el estrés y la ansiedad, sin embargo es importante aclarar que tener una actitud perfeccionista en el desempeño propio no pronostica el "burnout" pero tenerle miedo a cometer errores si era un indicador.
Escuchamos y vemos contenido sobre resiliencia, recuperarse, nunca rendirse y volver a intentarlo, pero no todas las sociedades en la historia han sido tan insistentes en buscar la perfección como en la que vivimos actualmente. Sin embargo cabe destacar que era en la Antigua Grecia, donde si se prestaba la posibilidad de que una podía ser muy buena en algo y, sin embargo, en contra de todo diagnóstico, equivocarte.
Para sostener esta idea, los antiguos griegos desarrollaron el arte del drama trágico. En los festivales se invitaba a todos los ciudadanos a presenciar historias de fracasos espantosos, y traumáticos: personas que habían cometido un delito o que tomaron una mala decisión y que después sufrían un castigo inmediato y desproporcionado. Sin embargo la historia deslindaba de responsabilidad a los protagonistas trágicos y se la atribuía al "destino" o a la voluntad de los "dioses" su lastimoso desenlace, así que la audiencia dejaba el teatro siendo comprensiva de las víctimas y temerosa de sí misma y su destino si llegaran a "ofender" de la benevolencia de los dioses.
En la actualidad si alguien fracasa, la sociedad concluye que esa persona simplemente no era "suficientemente buena" y más allá de aclarar dudas sobre el concepto, nos desvía de una de las realidades de este mundo que es la de la inequidad. Así que en respuesta a la próxima vez que alguien juzgue el fracaso de los demás, la frase de la feminista colombiana Ita María propone lo siguiente:
Que el privilegio no te nuble la empatía.
Te he platicado en otras piezas las siguientes premisas:
Somos más que nuestro trabajo.
No vemos las cosas como son, sino como somos.
Nos juzgamos a nosotros mismos por lo que hacemos, no por lo que somos.
Somos más que nuestros fracasos, pero también somos más que nuestros triunfos, si mis planes no resultan como yo esperaba, el valor de mi existencia humana no se encuentra en juego por el hecho de haber fracasado.
Si hay algo que aprendí en mi proceso de terapia, es que en primer lugar, tengo que restarle al miedo y en segundo, que tengo que sumar lo aprendido cuando cometo un error, porque eso significa que hoy sé más que ayer.
Hoy por hoy veo con menos vergüenza esos errores que cometí en el pasado, esos descuidos de mi salud propia, esas malas decisiones de sobreponer el trabajo antes de eventos familiares y sociales, esos pensamientos tóxicos de auto desprecio que me estresaban y tengo la certeza de que no quiero regresar a estar en esa posición.
Referencias:
The Economist. (2022, July 28). Why it’s OK not to be perfect at work. https://www.economist.com/business/2022/07/28/why-its-ok-not-to-be-perfect-at-work?fbclid=IwAR0mNYFjenWyVce3YbsMs1uven7MLIM4dly6zRvj43kyraLCCpd8431gNV4
The School of Life. (2016, March 16). On Professional Failure. https://www.theschooloflife.com/article/on-professional-failure/
