Enfocarnos en hacer menos actividades brinda una doble satisfacción
Hace unas semanas, tuve la oportunidad de ser jueza en la Feria de Emprendimiento, Innovación y Diseño del Colegio Madison, campus Monterrey.
Me llena de alegría y entusiasmo escuchar a los estudiantes abordar los problemas que han investigado y decidir resolverlos a través de sus proyectos de emprendimiento. He sido parte del jurado en dos ocasiones, una de ellas en 2021, donde pude observar que el tema principal entre los adolescentes era recrear espacios seguros para que pudieran socializar después de la pandemia. En esta ocasión, la temática giraba en torno a proyectos que promovían la sustentabilidad.
Después de la Feria, tuve la oportunidad de platicar con la Maestra Ofelia, quien con su pasión y dedicación por la educación, organiza este evento cada año a pesar de tener una agenda muy ocupada con las actividades escolares.
Su hija le dice constantemente que está dando el 110%.
Me comentó que en ocasiones los chicos le preguntan: "¿Qué más se puede inventar? Si ya existe de todo".
Después de escucharla, se me ocurrió responder: "¿Y si proponen soluciones para combatir o hacer más llevaderas las futuras olas de calor? Incluso cualquier otra crisis que el estado pueda estar experimentando".
Le dije esto porque considero interesante aprovechar las mentes jóvenes que aún no tienen limitaciones, que son intelectualmente flexibles, que se permiten hacer más preguntas y que, en general, tienen una visión más amplia y no sufren eternamente de vista cansada como yo.
También le mencioné esto porque estos adolescentes podrían convertirse en los líderes del mañana, con la oportunidad de crear empleos para otros. Desde mi perspectiva, una sociedad está compuesta por individuos que se apoyan mutuamente y se aseguran, en la medida de sus posibilidades, de que el prójimo tengan lo necesario.
Me emociona pensar en ese escenario, un grupo de mentes jóvenes y brillantes enfocadas una vez al año, reflexionando sobre los desafíos de la sociedad, centradas en un objetivo, desarrollándolo, ejecutándolo y tal vez convirtiéndolo en su medio de vida.
El enfoque de esa generación cultivará las semillas de un árbol figurativo que plantamos, cuidamos y, con suerte, nos sentaremos bajo su sombra o lo dejaremos como legado para que otros disfruten de su existencia.
Hay una historia sobre el legendario CEO de Apple, Steve Jobs, que cuenta que cuando regresó a la compañía en 1997, se reunió con Jony Ive, Vicepresidente Senior de Diseño Industrial de Apple, y tuvieron una conversación que definiría el futuro de la empresa.
En aquel momento, Apple tenía 40 productos en el mercado.
"Jony, ¿a cuántos proyectos les has dicho que no?", preguntó Jobs.
Ive estaba confundido.
"Tienes que entender que hay métricas para evaluar el enfoque, y una de ellas es cuántos proyectos rechazas".
"Lo que significa el enfoque", enseñó Jobs a Ive, "es decir que no a algo que, aunque creas que es una idea fenomenal con todo tu ser y que te obsesiona, lo rechazas porque estás enfocado en otra cosa".
Me gustó mucho leer esta anécdota, pero una parte de mí espera con ansiedad que la reducción de proyectos no haya implicado reducción de personal.
Después de esa reunión, en las siguientes dos décadas, Jobs e Ive, enfocados en crear unos pocos productos de alta calidad mientras rechazaban todo lo demás, transformaron una compañía moribunda y al borde de la quiebra en una de las empresas más valiosas del mundo, con un valor de más de $2.9 billones.
Siguiendo esta práctica de Jobs, si retrocedemos aún más en el tiempo, podemos destacar una frase del filósofo Marco Aurelio que dice:
"Enfocarnos en hacer menos actividades brinda una doble satisfacción".
Esta frase resuena en mí porque constantemente me esfuerzo por superar la ansiedad. A veces logro vencerla y otras veces me vence a mí, pero al menos puedo decir que he experimentado la paz de controlar una mente dispersa, respirando profundamente y enfocarme en lo que tengo frente a mí.
De hecho, enfocarnos en hacer menos actividades y priorizar las pocas que elegimos nos ayuda a cumplir mi mantra de "Nunca des el 100". Si le doy el 100 a todo lo que hago, ¿qué me queda para lo inesperado? Si no me permito estar presente en una cosa porque estoy pendiente de muchas otras, ¿cómo podré recabar suficiente información para tener un plan de respaldo? No se puede tener un plan B para muchos escenarios, pero sí se puede tenerlo para unos pocos en los que nos enfoquemos.
Finalmente, la realidad es que te hice leer todo esto cuando simplemente podría haber planteado la frase:
"El que mucho abarca, poco aprieta".
Espero que a partir de ahora te enfoques en lo necesario, evites la dispersión y practiques vivir en el presente.
Referencias:
Oppenheimer, B. (2023) Shortly after Steve Jobs returned as the CEO of Apple in 1997, he met with Jony Ive, Apple’s senior VP of industrial design.Apple had 40 products on the market."jony, how many things have you said no to?" jobs asked.ive was confused."You have to understand," jobs said,... pic.twitter.com/cyd5ziannm, Twitter. Available at: https://twitter.com/bpoppenheimer/status/1672984810996875267 (Accessed: 26 June 2023).
