El costo del presentismo
La semana pasada estuve enferma. No fue algo pasajero; llevo varios meses lidiando con un problema de salud. Esta situación me ha hecho sentir mal por las personas que dependen de mí de alguna manera. A mis alumnos les dije que les tocó mi versión más enfermiza, y ni hablar de mi equipo, donde la preocupación constante por la naturaleza de nuestro trabajo nos mantiene en una especie de guardia permanente. Al ser un equipo de servicios interno, no trabajamos con una agenda fija; las oportunidades llegan de imprevisto, y hay que gestionarlas de la mejor manera posible. A esto se suma el estrés que siente mi familia al verme en esta situación.
Cuando por fin pude regresar al trabajo, aunque fuera de forma virtual, una buena amiga me comentó que vio mi mensaje de "fuera de línea" por enfermedad y dijo algo como: “Debe ser muy serio para que pongas ese mensaje”. Otra compañera sugirió que en esos casos bastaría con usar un emoji de la muerte 💀 para que la gente entienda qué pasa. Me hizo reflexionar y también me hizo reír.
Mirando hacia atrás, sé que, si estoy enferma, mi prioridad debe ser preocuparme por sentirme mejor. Sin embargo, una parte de mí no puede evitar estresarse por no estar presente para los demás. La realidad es que todos nos enfermamos, y ciertamente no es algo que hacemos a propósito. Me cuestiono de dónde viene esta obsesión moderada con no fallar. En una de mis clases de terapia conductual, mi profesora mencionó que el miedo al fracaso es un miedo cultural. Entonces, ¿podría mi preocupación por faltar al trabajo también ser un reflejo de mi cultura? Desde niños, nos premian por no faltar a clases con méritos de perseverancia y disciplina. Pero, ¿a qué costo?
El artículo *Why Presenteeism Is Bad For Business (And How To Manage It)* de Caroline Castrillon en Forbes explora precisamente el concepto de “presentismo”, que se refiere a trabajar mientras se está enfermo. Antes se creía que el ausentismo era el mayor problema en las empresas, pero ahora sabemos que el presentismo es mucho más costoso. Trabajar enfermos significa no dar el 100%, correr el riesgo de contagiar a los compañeros, aumentar la probabilidad de accidentes y agravar el riesgo de *burnout*. Según el artículo, el costo del presentismo es casi diez veces mayor que el del ausentismo.
El texto también aborda las razones detrás del presentismo: miedo a perder el empleo, presión laboral y culturas tóxicas. Sin embargo, no todos los casos de trabajar enfermos son iguales. Algunos lo hacen de manera pragmática, para terminar tareas específicas; otros de forma terapéutica, para sentirse mejor socialmente; y hay quienes simplemente no tienen otra opción a pesar de no ser productivos.
Para combatir el presentismo, es fundamental capacitar, yo diría que no solo a los líderes, sino al equipo involucrado, en identificar y abordar el agotamiento. Esto implica fomentar una comunicación abierta, ofrecer horarios flexibles, y promover un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Delegar responsabilidades y enfocarse en resultados en lugar de horas trabajadas también son estrategias clave.
Hoy me siento mejor, pero esta experiencia me ha dejado muchas preguntas sobre nuestras prioridades y nuestra cultura laboral. Antes hubiera trabajado hasta con fiebre, pero hoy sé que mi vida ni mi identidad giran exclusivamente alrededor del trabajo. El presentismo no solo afecta nuestra productividad, sino también nuestra salud, relaciones y bienestar general.
Aprender a priorizarnos, aceptar que el descanso es parte del proceso y cambiar la narrativa cultural de que valemos solo por nuestra capacidad de estar presentes es esencial para construir una vida más equilibrada. Cuidarnos no es egoísmo; es una forma de respeto hacia nosotros mismos y quienes nos rodean. Si no ponemos límites y escuchamos a nuestro cuerpo, ¿cómo podremos estar realmente presentes para los demás cuando más nos necesiten?
Al final del día, un equipo saludable y balanceado siempre será más fuerte que uno que simplemente está "presente".
Referencias:
Castrillon, C. (2023, November 8). Why presenteeism is bad for business (And how to manage it). Forbes. https://www.forbes.com/sites/carolinecastrillon/2023/11/05/why-presenteeism-isnt-necessarily-detrimental-and-how-to-manage-it/