"...el capitalismo se metió en mi cabeza"
Hace unas semanas, mi buena amiga, la Han Solo de mi Chewbacca, la Cristina Yang de mi Meredith Gray o la contraparte inteligente de cualquier dúo dinámico de la cultura pop, me compartió el siguiente texto:
"el capitalismo se metió en mi cabeza
y me hizo creer que mi único valor
era cuánto producía
para que la gente lo consumiera
el capitalismo se metió en mi cabeza
y me hizo creer
que sólo valgo
si trabajo.de aquello aprendí la impaciencia,
de aquello aprendí la inseguridad.
aprendí a plantar semillas en la tierra
y a esperar flores al día siguiente."
Este es un extracto del poemario "Todo lo que necesito existe ya en mí" escrito por la canadiense, bestseller, poeta e ilustradora Rupi Kaur.
El texto resuena profundamente en mi persona porque desde mi punto de vista e historia de vida, he encontrado que, para navegar el estrés, la angustia y el tan popular burnout o desgaste profesional, necesito conocer las creencias irracionales que existen y están presentes dentro de mi realidad. Estas creencias, que distorsionan la realidad, las concibió Albert Ellis, un psicólogo estadounidense, pionero de las terapias cognitivas y de comportamiento, y considerado uno de los pensadores más prominentes en la historia de la psicología.
Dentro de las creencias irracionales que Ellis enlista, se encuentra la siguiente:
"Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles."
En una sociedad capitalista que enfatiza la meritocracia, el éxito individual y la competencia, es posible que las personas sientan una presión adicional para demostrar su valía a través de logros y productividad. Yo he sido víctima en numerosas ocasiones de esa presión y en el camino he aprendido que es aceptable esforzarse por tener éxito o querer dar ese 100 de forma intencional, pero obligarse a tener éxito puede hacer que uno se sienta incompetente e incapaz. Presionarse demasiado puede causar estrés y enfermedades relacionadas con la mente y el cuerpo; preocuparse demasiado por el éxito también puede llevar al miedo al fracaso y al temor de cometer errores.
En su poema, Rupi menciona que del capitalismo aprendió la inseguridad. A mi parecer, detrás del burnout continuo que experimenté de forma descontrolada en el pasado, estaba el miedo a perder mi trabajo y la estabilidad financiera. Hoy, después de varios tropiezos, procesos de terapia y mucha introspección, acepto que si tengo un desgaste continuo pero controlado y con descansos no negociables.
¿Qué está detrás del burnout o desgaste que tú experimentas? ¿Qué es lo que hace que sientas presión?
Cuando yo entendí e identifiqué que existían en mi mente creencias que limitaban mi personalidad, de las cuales no recuerdo haberme suscrito, acepté mi humanidad y deseché la idea de ser una máquina que solo produce diseños o ideas. Nuestro valor como personas va más allá de la cantidad de cosas que seamos capaces de producir; se trata de la calidad de las cosas que produzcamos para los demás, y crear con calidad toma tiempo y dedicación, así que tómalo, nadie te está apurando.