¿Qué pasa cuando yo doy el 300% y veo que a alguien que no dio ni el 50% le va mejor que a mí?
Esta semana tuve la oportunidad y la fortuna de participar en 3 espacios públicos donde se me invitó a platicar de mi libro: "Nunca des el 100, me dijo mi hermana" la historia detrás del papel, un relato lleno de tropiezos e incendios figurativos generados por el #burnout o estrés constante.
El primer espacio fue para el canal de YouTube de Enrique Acevedo y literal como lo describe en sus post's, fue una plática entre amigos sobre mis experiencias o "pesadillas" laborales y los buenos consejos del host. Lo que más me resonó de esta conversación con Enrique, fue su reflexión sobre las personas que nos acompañan en estas travesías o las que desafortunadamente se separan de nosotros. Emprender un proyecto tan personal como lo puede ser un libro ha sido una exhaustiva travesía que me ha sacado de mi zona de "confort" en numerosas ocasiones, pero he logrado exponerlo porque me dejo guiar y encuentro fuerza en mi mensaje y por el apoyo constante de mi familia y amigos (que no voy a decir sus nombres pero ellos saben quienes son)
El segundo espacio fue en el podcast de Grow2getherMx un espacio que como lo describen sus host's Juan Bernal y Héctor León, sirve para desaprender, aprender, compartir, desarrollarse y transformarse en comunidad. Una vez más experimenté el mismo sentimiento que viví con Enrique, otra vez me encontré platicando con amigos sobre mi libro, donde reflexionamos sobre la importancia de poner límites, de replantearnos y priorizar el descanso para poder ser seres funcionales y sucedió que una amiga de la audiencia nos hizo una pregunta que yo había pensado pero no me había atrevido a vocalizar:
¿Y con tu pareja se debe dar el 100?
La realidad es que en mi libro yo hablo de mi relación laboral, la cual es una interacción cuya narrativa depende de mí. Al pensar en una pareja o en otro ser humano, me parece que la idea de cuantificar esfuerzos sentimentales es una plática que nadie quiere tener, sin embargo, los host's Juan, Héctor y yo convenimos en la importancia de tener acuerdos y aclarar expectativas que posteriormente coincidimos que también estos principios aplican a un espacio laboral.
Y cabe agregar que Juan Carlos Adame participó comentando la importancia de "dosificar" nuestras energías, lo cual me pareció de lo más congruente con mi filosofía de "Nunca des el 100".
Finalmente la tercera participación pública que tuve fue en una clase del TEC de Monterrey, donde la maestra Ross Martinez me invitó a platicar con sus estudiantes sobre mi libro, pues ella me compartió que particularmente este semestre habían tenido varias entregas importantes y ella consideró valioso que yo les contara sobre mi historia y reflexiones sobre el "burnout" o desgaste profesional.
Déjenme confesarles que es muy intimidante darse cuenta del silencio que provoca la atención de una audiencia cautivada a cada una de las palabras que una expresa, aun así mientras explicaba mis conceptos no pude evitar notar que un estudiante se quedó dormido por unos minutos. Lo más gracioso es que este estudiante en particular me hizo una pregunta muy interesante:
"¿Qué pasa cuando yo doy el 300% y veo que a alguien que no dio ni el 50% le va mejor que a mí?"
En retrospectiva me pareció irónica la pregunta, pues como les compartí este estudiante dormitó por par de minutos durante mi plática, lo cual me hace pensar que su cuerpo está exhausto y que probablemente le hace falta descansar.
Mi respuesta estuvo dividida en dos partes:
1. Soy muy consciente que hay gente allá afuera que quiere y puede dar el 300% y si esto les da paz mental, adelante.
2. Le recité una frase que he mencionado en otras ocasiones:
"No vemos las cosas como son, las vemos por lo que somos"
Esto para mí quiere decir que vivimos en un mundo de percepciones, es altamente improbable que yo sepa todo sobre mi audiencia y logre cumplir todas sus expectativas. Lo que para mí representa un 60%, para otra persona es un 100%, porque ese 100% es diferente para todos, lo que si es importante reconocer es que por mi propio instinto de preservación de energías, no le voy a decir a esta persona que realmente no le dediqué todo mi esfuerzo a la tarea que me pidieron.
Mientras yo andaba en esta gira improvisada de mi libro, mi hermana por otro lado estaba en un retiro laboral (que muy correctamente sucedió entre semana y no en un fin de semana como otras organizaciones suelen hacer para este tipo de actividades). Y durante una de sus pláticas me compartió la siguiente frase:
"Un principio de los sistemas, es que las unidades o células no pueden estar al tope de su capacidad, porque requieren energía para su interacción, de otra manera se convierten en silos"
Yo me dimensiono actualmente como una unidad dentro de un sistema y a través mi camino ninja para alcanzar una vida plena he descubierto que puedo lograr acuerdos y aclarar expectativas en el momento en el que visibilizo mi trabajo.
Por ejemplo en las ocasiones en las que me piden soporte para algo "urgente" en lugar de soltar todo lo que estoy haciendo para atender la petición o incluso quedarme horas extra trabajando, respondo comentando la lista de tareas que traigo bajo mi responsabilidad y mi tiempo disponible o el estimado para dedicarle a estas actividades. Hasta el momento he logrado generar empatía y he encontrado acuerdos para poder practicar una colaboración.
Daniel Markowitz en su artículo: "Productividad es acerca de sistemas, no de tu gente" para el Harvard Business Review menciona:
"La mayor parte del trabajo en un entorno de oficina es invisible: está enterrado en las computadoras de las personas o en sus cabezas. Como resultado, es difícil saber en qué están trabajando las personas o si están sobrecargadas y no pueden asumir más tareas. Los tableros de tareas físicos o virtuales (como Trello, Asana, Airtable, Zenkit, etc.), donde cada tarea está representada por una tarjeta que especifica quién la está manejando (y su estado) permite una distribución más equitativa del trabajo. También elimina los innumerables correos electrónicos de verificación de estado y la necesidad de cubrir ese tema en las reuniones."
En retrospectiva fue una semana muy completa, palabras como: compartir, acuerdos, expectativas, percepción, sistemas y unidades resonaron en diferentes lugares, pero al final coincidieron para resolver una falla potencial en el sistema y mientras seguimos pendientes de los signos de cambios tratemos de seguir conversando con líderes de opinión (como lo hice yo) para ser agentes de esta transformación.
Referencias:
Productivity Is About Your Systems, Not Your People. (2022, September 22). Harvard Business Review. https://hbr.org/2021/01/productivity-is-about-your-systems-not-your-people