"Solo el 30% logra ser lo que soñó de niño"
Esta semana se publicó un artículo en el periódico con el siguiente encabezado:
"Solo el 30% logra ser lo que soñó de niño"
En el artículo, Verónica Gascón describe una encuesta realizada por Grupo Adecco, una de las empresas líderes globales en recursos humanos, que arrojó lo siguiente:
"El 70% de las personas de entre 18 y 50 años afirmó que no se desempeña en lo que se imaginaba cuando era niño".
Antes de empezar a desarrollar mi idea, hay un par de advertencias o consideraciones que debemos de tener en cuenta y son de hecho temas que mi editor fantasma me resaltó. Ésos sueños que se mencionan en el encabezado del artículo, hasta el momento alcanzo a ver dos escenarios, (tal vez existan más): uno de ellos es que suelen ser abandonados y el otro es que se transforman.
En esta ocasión hablemos de los que se transforman y si quieres en el futuro hablamos de los abandonados.
Uno de los videojuegos que más he disfrutado en mi vida es el de "Hades". La historia cuenta la vida de Zagreus, el hijo de Hades, que frustrado por ser incapaz de complacer las expectativas de su padre, decide rebelarse y emprender la travesía mortal de escapar del inframundo para llegar a la superficie y tratar de reencontrarse con su madre, que lo había abandonado el día que había nacido.
Esa es la historia en términos generales.
Pero como dice la frase:
"El diablo está en los detalles"
Aunque también existe la frase:
"Dios está en los detalles"
Sea cual sea tu elección, lo que sí te quiero contar es que la magia del videojuego brilla en el desarrollo de los personajes, ya que en el camino te das cuenta de que Hades gestiona el inframundo con procesos burocráticos, teniendo a las almas en verdadera desgracia encadenadas a un escritorio por el resto de la eternidad, lidiando con el papeleo en una oficina con un póster motivacional de Teseo animando a las almas a seguir trabajando.
Este mismo destino era el que Hades esperaba para su hijo, pero Zagreus, al fracasar constantemente con sus actividades, decide rebelarse contra su padre para crear su propia misión. Lo que lo lleva a escapar del inframundo, cosa que me tomó cientos de horas y muertes de mi personaje conseguir.
¿Y por qué me tomó tanto tiempo?
Porque la dinámica del juego te obliga a que cada vez que "mueres" en el intento, debes volver a empezar desde el principio.
Y si bien es muy frustrante recorrer todos los niveles una y otra vez, en algún momento de nuestra bonita relación "escritora-lector" hemos hablado de "El regalo del fracaso" y de cómo, al menos cuando te equivocas, aprendes algo que el día anterior desconocías.
Lo que te voy a revelar del juego es que tus intentos no pasan desapercibidos para Hades. Incluso lo llegas a impresionar, te nombra "empleado del mes" y te promueve a un rol en el inframundo que se ajusta más a tus habilidades.
¿A dónde quiero llegar con esto?
1. Las expectativas que tenemos en la infancia cambian. Menciono esto porque, de pequeña, yo decía que quería ser un delfín.
Aprovecha este momento para reírte de eso.
Personalmente, creo que, como adultos, podemos hacerles mejores preguntas a los niños en lugar de simplemente preguntar: "¿Qué quieres ser cuando seas grande?"
2. La vida, la sociedad, las expectativas familiares, las creencias limitantes, llámalo como quieras, nos piden como individuos que elijamos una profesión a una edad muy joven. Luego, cuando una persona se da cuenta de que esa decisión que tomó no era lo que esperaba, piensa en todo el malestar, angustia y estrés de volver a comenzar tu camino e intentar escapar del Inframundo.
No tiene nada de malo equivocarse y volver a empezar, porque como mencioné antes, al menos ya sabes lo que no te gusta y siempre es agradable tener la oportunidad de conocer a otras personas, o al menos eso aprendí del juego de "Hades".
3. Encontrar un propósito, esa especialidad dentro de tu profesión o ese "je ne sais quoi" que te salga de manera natural y te guste o emocione, conlleva muchísimos intentos de experimentar con diferentes temas de interés. Involucra también sentir "burnout" y aprender y evolucionar. No porque tengas un emprendimiento o un hobby que te apasione, significa que no te vas a agotar.
Cuando te preguntan "¿Qué quieres ser cuando seas grande?", quiero pensar o asumo que cuando eres un niño respondes pensando en las profesiones que te parecen emocionantes o en lo que ves en tu casa. Después, habrá quien mencione que esta profesión debe ser algo que te guste, que te dé un "propósito" o incluso que te apasione.
A mí no me agrada pensar en los propósitos porque creo que generan expectativas innecesarias. No todo en esta vida debe tener un propósito, ni todo tampoco debe ser una lección. Las cosas pasan y depende de nosotros si las gestionamos o no.
La School of Life, una compañía educativa que ofrece asesoramiento sobre temas de la vida, menciona lo siguiente:
"Hablar de una misión nos obliga a reducir lo que nos importa a solo unas pocas cosas muy importantes, privilegiando la precisión sobre la amplitud. Te das un objetivo específico, consciente de cuánta energía se necesitará para alcanzarlo", como las misiones en los videojuegos.
Como la misión que tiene Zagreus de encontrar a su mamá a lo largo de los obstáculos que tiene que sobrellevar por el Inframundo, acompañado de aliados que le van a pedir ayuda en el camino a cambio de ayudarle en su viaje.
Finalmente, que hayas alcanzado la profesión que deseaste desde que eras niño o que te desempeñes en la carrera que elegiste es uno de los muchos escenarios que puedes experimentar. De pronto, podrías encontrarte con una misión que te mueve lo suficiente como para sacarte de tu zona de confort y, quién sabe, esa misión te podría guiar hacia un título que jamás pensaste en obtener, como Zagreus.
Login Grupo Reforma. (n.d.). https://www.elnorte.com/solo-30-logra-ser-lo-que-sonaron-de-ninos/ar2596034
The School of Life. (2015, October 6). Finding a Mission - The School Of Life. https://www.theschooloflife.com/article/finding-a-mission/