Cómo destruir la cordura de tu Diseñador/a en 10 Pasos
Esta semana regresemos a lo básico, bueno a mi cotidiano. Resulta que me gusta pensar en el concepto de las "reglas del juego". Si por ahí no has leído el libro de "El Juego Infinito" te cuento brevemente que explora la diferencia entre los juegos finitos y los juegos infinitos, y cómo la mentalidad que adoptamos para cada uno afecta nuestro éxito.
Los juegos finitos tienen un principio, un final y un ganador o perdedor claro, como en un partido de fútbol. Sin embargo, en los juegos infinitos, como la gestión de una empresa o la vida en general, no hay un fin definido y el objetivo es seguir jugando y mejorando continuamente.
Yo creo que mi vida tiene un montón de mini juegos finitos, especialmente en el mundo del diseño. El diseño debería ser un juego infinito: un proceso colaborativo donde cliente y diseñador trabajan juntos para crear algo significativo, donde cada proyecto nos enseña algo nuevo y nos hace crecer. Pero la realidad es que muchas veces se convierte en una serie de juegos finitos tóxicos donde alguien "gana" y alguien "pierde".
Aquí tienes 10 maneras infalibles de destruir la cordura de tu diseñador/a gráfico jugando estos juegos finitos:
1. Las Revisitis Infinitas
Cuando te piden revisar algo tantas veces con los cambios más mínimos, que te deja de importar. "Mueve el logo 2 píxeles a la izquierda... no, mejor a la derecha... ¿puedes hacerlo más pequeño pero que se vea más grande?" Eventualmente, tu alma creativa se rinde y solo quiere terminar el juego, sin importar el resultado.
2. El Problema Indefinido
"Necesito algo, pero sabré qué es cuando lo vea." Esta es la versión diseñística de pedirle a alguien que adivine tu número favorito. El cliente se convierte en juez de un concurso donde las reglas cambian constantemente y donde el diseñador siempre está jugando a ciegas.
3. El Síndrome de la Lectura de Mentes
Cuando el cliente espera que le leas la mente. Sí, somos empáticas/os, pero no hacemos milagros. "Pensé que ibas a entender que cuando dije azul, me refería a verde, pero no cualquier verde, sino el verde que está en mi mente que nunca te describí."
4. "El Diseño es Fácil"
La concepción o el error más grande: pensar que el diseño es fácil y que cualquiera puede hacerlo con las fancy AI tools. Es como decir que cualquiera puede ser chef porque existe el microondas. El diseño es una disciplina que se entrena constantemente, con fundamentos teóricos, psicología del color, composición, y años de experiencia refinando el ojo creativo.
5. "Te Mando el Logo en Word"
Ah, el clásico. Te llega un email con un archivo .docx y adentro está "el logo" pixelado, comprimido y convertido en una imagen de 72 dpi (es decir de baja resolución). Ahora tienes que hacer magia: aplicarlo en gran formato, mantener la calidad, y adivinar los colores originales. Es como pedirle a un arquitecto que reconstruya el Taj Mahal basándose en una foto borrosa tomada con un Nokia 3310.
Por eso siempre es importante que tú, como dueño de tu marca, tengas acceso a los archivos originales. Las reglas de este mini juego en particular requieren que sepas de formatos: .ai, .eps, .svg son tus amigos; .jpeg incrustado en Word es tu enemigo mortal.
6. El Presupuesto de Estudiante con Expectativas de Apple
Querer diseño premium pagando cacahuates. "Necesito algo como la campaña de Nike, pero mi presupuesto es de $50 dólares y lo necesito en 3 horas." La matemática simplemente no existe en este universo paralelo.
7. "Métele más Diseño"
Esa petición que no significa absolutamente nada pero que esperan que entiendas perfectamente. ¿Más diseño que qué? ¿Más diseño que un papel en blanco? Es como pedirle a un músico que haga una canción "más musical" sin especificar si quieres jazz o death metal. "Métele más diseño" es el equivalente visual de "hazlo más bonito" - técnicamente son palabras en español, pero juntas pierden todo significado.
8. El Síndrome del Cuñado Diseñador
"Mi sobrino sabe Photoshop y dice que esto se ve mejor en Comic Sans." Ah sí, porque 6 meses usando Photoshop para hacer memes definitivamente califican como expertise en comunicación visual y psicología del consumidor.
9. La Prisa que Mata la Creatividad
"Lo necesito para ayer pero que sea increíble." La creatividad necesita tiempo para respirar, iterar, evoluar. Es como pedirle a un vino que sea añejo en 24 horas. El resultado será algo que técnicamente cumple con los requisitos, pero que carece del alma que hace memorable un diseño.
10. "Cópiame Esto Pero Diferente"
Plagiar sin plagiar, el dilema ético convertido en instrucción de trabajo. "Quiero exactamente esto que vi en Pinterest, pero cámbialo lo suficiente para que no nos demanden." Es pedirle al diseñador que sea ladrón y original al mismo tiempo.
La ironía es que cuando tratamos el diseño como un juego finito, todos perdemos. El cliente obtiene un resultado mediocre, el diseñador se quema emocionalmente, y el mundo se llena de más contenido visual sin alma.
El diseño verdaderamente memorable sucede cuando lo tratamos como un juego infinito: cuando cliente y diseñador se ven como colaboradores, no como adversarios. Cuando el objetivo no es "ganar" esta interacción específica, sino construir algo significativo que trascienda el proyecto individual.
Porque al final del día, el mejor diseño no es el que gana un juego finito de egos y presupuestos, sino el que sigue jugando: el que conecta, inspira, y hace que las personas quieran seguir interactuando con tu marca mucho después de que termine el proyecto.
¿Y tú? ¿Has jugado alguno de estos juegos finitos? ¿Cómo podrías convertir más interacciones en juegos infinitos donde todos ganamos?